La Perrera: Un Viaje a los Recuerdos de Ciudad Delgado en los 80s
Hay momentos y símbolos que, con el paso del tiempo, se convierten en emblemas de una época. Para los ochenteros de Ciudad Delgado, uno de esos símbolos es, sin lugar a dudas, la perrera. Al escuchar ese término, la memoria se llena de imágenes, sonidos y sensaciones que marcan una etapa única en nuestra historia local. Hoy, los invito a viajar al pasado y recordar a esa vieja camioneta amarilla que se convirtió en un ícono inconfundible.
La Perrera: La Vieja Camioneta Amarilla de los Cardamomos
En la década de los 80, "la perrera" era mucho más que una simple camioneta. Aquella chatarra de color amarillo se utilizaba para los operativos de los agentes de la extinta Policía Nacional, quienes eran apodados cariñosamente por la población como "los cardamomos". Este sobrenombre surgía de la semejanza de sus uniformes con los envoltorios de un popular caramelo de la época, también llamado cardamomo.
La escena era recurrente: un vehículo rechinante y envejecido circulaba por las calles del municipio, acompañado por un ambiente de tensión que ponía en alerta a los jóvenes. Lo que hoy llamamos redadas, en aquel entonces se conocía como "batidas". Estas acciones policiales eran temidas porque, sin mediar palabra, los agentes podían detener a cualquier joven que les pareciera "sospechoso" y llevarlo directamente en la perrera hacia las bartolinas, ubicadas junto a la alcaldía municipal.
Las Batidas: Temor y Rapadas Involuntarias
El proceso era tan arbitrario como inolvidable. No importaba si tenías documentos de identificación o si tratabas de justificar tu presencia en la calle; si estabas en el lugar equivocado en el momento equivocado, te subían a la perrera. Una vez en las bartolinas, se seguía un protocolo que, más que burocrático, parecía diseñado para humillar: las cabezas de los jóvenes detenidos eran rapadas.
Para los adolescentes de aquella época, esto era un castigo social. Llevar el cabello largo era símbolo de moda y rebeldía, y perderlo de esa manera era motivo de burla entre los amigos y vecinos. Por eso, cada vez que la perrera hacía su aparición, el pánico se extendía. Los gritos de "¡Ahí viene la perrera!" resonaban en las calles, y los jóvenes no dudaban en correr para evitar el vergonzoso destino.
El Ecosistema de los Operativos: La Policía y la Defensa Civil
No solo la Policía Nacional protagonizaba estos episodios. También existían otras fuerzas, como "la descalza" o la Defensa Civil, que realizaban operativos con características similares. Aunque estos cuerpos de seguridad merecen un capítulo aparte, es imposible no recordar la sensación de incertidumbre que predominaba cuando cualquier vehículo oficial hacía su aparición en las calles del municipio.
Un Relato de Nostalgia y Reflexión
La perrera no solo fue un vehículo; fue un símbolo de una época llena de contrastes. Para algunos, representa la arbitrariedad de un sistema que castigaba sin razones claras. Para otros, es un recuerdo agridulce que revive las historias compartidas en las esquinas y parques, cuando la juventud enfrentaba con humor y valentía las dificultades del momento.
Hoy, estas memorias sobreviven como relatos orales, preservados en las charlas entre vecinos y en los comentarios de quienes vivieron aquellos años. Así que, hermano delgadense, te invito a compartir tus recuerdos. ¿Qué anécdotas tienes de la perrera? ¿Corriste alguna vez para evitar una batida?
Déjanos tus historias en los comentarios, porque cada relato es una pieza más del rompecabezas que conforma nuestra identidad como comunidad.
Palabras finales: La nostalgia nos permite mirar al pasado con ojos críticos, pero también con un profundo cariño. Cada esquina de Ciudad Delgado guarda un pedazo de esta historia, y entre risas y reflexiones, seguimos construyendo la memoria colectiva de nuestro querido municipio.
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