Los Nómadas del Mar del Sudeste Asiático: Un Legado Marítimo en Peligro
Los "gitanos del mar" es un término que se utiliza para describir a varios grupos étnicos del sudeste asiático que tradicionalmente han llevado un estilo de vida nómada o seminómada, estrechamente ligado al mar. Entre estos pueblos, los más conocidos son los Bajau y los Moken, cuyas vidas han estado intrínsecamente unidas al océano durante siglos. Estos grupos, junto con otros como los Orang Laut, han sido considerados los "nómadas del mar" de Asia, poblaciones que han vivido un estilo de vida nómada marino durante miles de años a lo largo de las costas e islas del sudeste asiático. Esta existencia, profundamente arraigada en el mar, desafía las concepciones clásicas de ciudadanía definidas por territorios delimitados. Su relación con el mundo sedentario ha sido históricamente complementaria, manteniendo complejas relaciones de intercambio. La historia y la cultura de estos pueblos, que se remontan a muchos siglos atrás, revelan tradiciones marítimas arraigadas en una región rica en recursos marinos.
Desvelando los Nombres: Sama-Bajau y Moken El término colectivo "gitanos del mar" abarca a varios grupos, siendo los Bajau y los Moken los más destacados. Sin embargo, es crucial entender que estos grupos no son homogéneos y poseen sus propias identidades y denominaciones. Los Múltiples Nombres de los Bajau El pueblo Sama-Bajau, a menudo denominado "nómadas del mar" o "gitanos del mar", reside principalmente en las aguas del sudeste asiático, particularmente alrededor del Mar de Sulu. Son conocidos por su notable habilidad para la pesca, y muchos han pasado históricamente sus vidas en barcos o casas sobre pilotes, solo llegando a tierra para comerciar o realizar entierros. A lo largo de la historia, se les ha conocido por varios nombres, incluyendo Badjao, Badjau, Bajao, Bajaw, Samals y Sama Dilaut. El término "Bajau", o cualquiera de sus variaciones ortográficas, significa "hombre de los mares" en su lengua nativa. Si bien los forasteros a menudo los llaman Sama, muchos de ellos también utilizan alguna forma del nombre Bajau. Es importante recordar que en Filipinas, generalmente no se refieren a sí mismos como Bajau, prefiriendo los nombres de sus tribus o el lugar donde viven. Por ejemplo, los Sama-Bajau marinos prefieren llamarse Sama Dilaut o Sama Mandilaut, que literalmente significa "Sama del mar" u "Océano Sama" en Filipinas; en Malasia, se identifican como Bajau Laut. El término "Bajau" tiene connotaciones peyorativas en Filipinas, indicando pobreza en comparación con el término Sama. En Malasia e Indonesia, las variantes de los términos "Bajau" y "Bajo" son aplicadas por personas ajenas tanto a hablantes de Sama nómadas como sedentarios, incluyendo comunidades agrícolas terrestres. La denominación "Sama" parece tener su origen en la raíz austronesia "sama", que significa "juntos", "mismo" o "pariente". La mayoría de los hablantes de Sama-Bajau se refieren a sí mismos como "Sama" o, particularmente en el centro de Sulu, como "Sinama". En Sabah y el sur de Sulu, los grupos que viven en barcos y aquellos con una historia reciente de nomadismo marítimo comúnmente se identifican como "sama dilaut" o "sama mandelaut", nombres que significan literalmente "Bajau del mar" o "marítimo", o como "sama to'ongan", el "verdadero" o "auténtico Bajau". Es fundamental notar que el término "gitanos del mar" es una denominación externa y, aunque ampliamente utilizada, puede no ser el término preferido por los propios grupos. De hecho, para algunos, como se menciona en , el término Bajau/Badjao puede considerarse despectivo.
Los Nombres del Pueblo Moken El pueblo del archipiélago de Mergui se refiere a sí mismo como Moken, Mawken o Morgan. Este nombre se utiliza para todas las tribus de habla austronesia que habitan la costa e islas del Mar de Andamán en la costa oeste de Tailandia y el archipiélago de Mergui de Myanmar. Los birmanos llaman a los Moken Salone, mientras que en Tailandia se les conoce como chao le, que puede significar personas que "viven junto al mar y se dedican a una subsistencia marina" o aquellos que hablan la lengua austronesia. Otro término que se utiliza es chao nam ("gente del agua"), aunque estos términos también se usan de forma general para incluir a los Urak Lawoi e incluso a los Orang Laut. En Tailandia, los Moken aculturados se llaman Thai mai ("nuevos tailandeses"). Debido a su estilo de vida nómada, también se les llama "gitanos del mar". En su propio idioma, los gitanos del mar se llaman a sí mismos Moken o Moklen. "Moken" es una palabra tailandesa que significa "gente del mar", "gente del agua", "nómadas del mar" o "gitanos del mar". Los malayos los llaman Orang Laut, que significa "gente del mar". En Birmania, se les conoce como Selungs, con varias grafías. El propio nombre Moken significa "ahogado en el mar". Junto con los Moken, los Moklen y los Urak Lawoi son conocidos en Tailandia como Chao Le, o gente del mar. Algunos consideran que los Moken y los Moklen son prácticamente el mismo pueblo.
Ecos del Pasado: Orígenes y Trayectorias Históricas Los orígenes de los llamados "gitanos del mar" son complejos y a menudo envueltos en la tradición oral y la especulación académica.
Raíces de los Bajau Se cree que los Sama-Bajau no tienen una patria específica y que posiblemente fueron desplazados al mar por grupos más dominantes o debido a la expansión de la población. Algunas teorías antropológicas sugieren que podrían haber vivido en las islas del Mar del Sur o en Sumatra. Sus tradiciones orales a menudo comparten un tema común: eran originalmente un pueblo terrestre súbdito de un rey que ordenó la búsqueda de su hija perdida, lo que supuestamente los llevó a adoptar un estilo de vida nómada por temor a la ira del rey. Un estudio genético de 2021 indica que algunos Sama-Bajau tienen ascendencia austroasiática. El origen de los Bajau Laut sigue siendo objeto de controversia. Las leyendas hablan de un origen en Johor, Malasia, en busca de una princesa Bajau secuestrada, aunque no hay evidencia lingüística que respalde esta idea. El lingüista Robert Blust sugiere que los Bajau podrían tener su origen en la parte sureste de Borneo, en la cuenca del río Barito, debido a similitudes lingüísticas. Los Sama-Bajau son considerados descendientes de grupos marineros de habla austronesia que emigraron a las regiones costeras del sudeste asiático hace más de mil años, dispersándose por lo que hoy son Filipinas, Malasia e Indonesia. Su migración se ha atribuido en parte a la búsqueda de comercio, particularmente en una especie de pepino de mar llamada trepang. Análisis genómicos recientes sugieren una conexión común con el sur de Sulawesi, aunque cada comunidad Bajau también exhibe contribuciones genéticas únicas de poblaciones vecinas.
Los Orígenes de los Moken
Se cree que los Moken se originaron en el sur de China hace unos 4000 años. Dada su lengua austronesia, se teoriza que sus ancestros fueron agricultores en el sur de China hace 5000-6000 años, dispersándose posteriormente y asentándose en varias islas del sur de Asia. Se ha especulado que los Moken fueron obligados a adoptar un estilo de vida nómada en el agua debido al aumento del nivel del mar. Algunas fuentes sugieren que se trasladaron desde el sur de China a través del sudeste asiático hasta Malasia, separándose de otros grupos migrantes a finales del siglo XVII. Su migración a Tailandia, Birmania y Malasia se estima en aproximadamente 4000 años atrás.
Una Vida a la Deriva: La Existencia Marinera Tradicionalmente, la vida de los Bajau ha girado en torno al océano. Muchos han vivido históricamente en barcos, como los lepa-lepa, o en casas flotantes, dependiendo del mar para su subsistencia a través de la pesca, la recolección de mariscos y el comercio marítimo. Sus hogares flotantes, a menudo pequeños barcos con techos de paja, los mantienen conectados al mar en todo momento, ganándose el título de "nómadas de los mares". Utilizan pequeñas embarcaciones de madera con vela, como el perahu, el djenging, el lepa y la vinta, así como embarcaciones de pesca más pequeñas. Como grupo étnico seminómada, los Bajau viven en las regiones del Océano Pacífico alrededor del sur de Filipinas, Indonesia y la costa de Borneo, originarios de Mindanao. Navegan por vastas extensiones de océano en sus lepa-lepa, moviéndose entre áreas costeras según las temporadas de pesca y la disponibilidad de recursos, con vidas diarias centradas en la pesca, la construcción de barcos y el comercio. Históricamente, los Bajau han llevado un estilo de vida nómada y marinero, viviendo del mar mediante el comercio y la pesca de subsistencia, llegando a tierra solo para comerciar, refugiarse de las tormentas, enterrar a sus muertos y construir nuevos barcos. Hasta hace poco, los Bajo vivían como nómadas, pasando toda su vida en casas flotantes mientras se desplazaban largas distancias para pescar y comerciar.
Los Moken, por su parte, también han mantenido una existencia estrechamente ligada al mar. La mayoría lleva un estilo de vida seminómada de cazadores-recolectores, dependiendo en gran medida del mar, aunque este estilo de vida se encuentra cada vez más amenazado. Durante la estación seca, solían vivir en sus barcos llamados kabang. Considerados una de las pocas poblaciones de cazadores-recolectores que quedan en el sudeste asiático, los Moken han hecho del mar su hogar, buscando alimento en océanos y bosques, comerciando pescado y conchas por otras necesidades, y viajando en barco (kabang). Sus vidas enteras se han desarrollado a bordo de sus barcos kabang, solo llegando a tierra para refugiarse en campamentos temporales durante la temporada de monzones. Su subsistencia se basa enteramente en la pesca y la recolección en las playas, intercambiando sus productos por arroz y gasolina con comerciantes del continente. Tradicionalmente, los Moken han vivido en barcos de madera construidos a mano llamados kabang durante la mayor parte del año, migrando en flotillas entre islas según las necesidades de subsistencia, los patrones de viento y la seguridad. Como pueblo seminómada de base marina, los Moken han vivido tradicionalmente en barcos de madera llamados kabang, dependiendo de prácticas de pesca sostenibles para su subsistencia, estableciéndose en casas sobre pilotes temporales durante los monzones.
Maestros del Reino Subacuático: Destreza y Adaptaciones para el Buceo
La Destreza Subacuática de los Moken Los Moken también son conocidos por su capacidad para aguantar la respiración durante períodos sorprendentemente largos y por su excepcional visión submarina, especialmente en los niños. Los niños Moken pueden ver bajo el agua con total claridad, una adaptación única que otros niños pueden aprender en semanas. Logran esta visión superior constriñendo al máximo la pupila y acomodando la lente hasta el límite del rendimiento humano. Esta capacidad, que les permite enfocar objetos pequeños bajo el agua, a menudo se pierde en la edad adulta. Los niños Moken pueden cerrar las pupilas por completo bajo el agua, viendo el doble de bien que otros, una habilidad que otros niños pueden aprender. Esta adaptación parece ser en parte aprendida, ya que los niños europeos pueden alcanzar una agudeza visual submarina similar con entrenamiento. Al igual que los Bajau, los Moken también son hábiles en el buceo libre, capaces de sumergirse a profundidades considerables.
Un Rico Tapiz de Tradiciones: Cultura y Sociedad La cultura y la sociedad de los "gitanos del mar" son tan diversas como los grupos que abarca el término.
La Vida Social y Cultural de los Bajau Los Sama-Bajau son culturalmente diversos, con varias tribus y dialectos locales, y la mayoría se identifica como musulmanes sunitas. La vida familiar es central en sus comunidades, a menudo estructurada en torno a grupos de parientes que viven muy cerca en el agua. Tradicionalmente han utilizado pequeñas embarcaciones de madera con vela. En Filipinas, históricamente se distinguía entre los Sama, más orientados a la tierra y asentados, y los Bajau, más orientados al mar, que vivían en barcos y eran nómadas. Su cultura refleja su dependencia del mar, con vidas diarias centradas en la pesca, la construcción de barcos y el comercio. Sus canciones, danzas y arte a menudo representan el mar, con temas de comunidad, supervivencia y respeto por el océano. La clasificación de los Sama puede ser difícil debido a su naturaleza nómada, encontrándose en varios países. En Malasia, los llaman Bajau, mientras que en Filipinas se les conoce como Badjaos o Samals, dependiendo del subgrupo. Es importante distinguir entre los Bajau con cultura marítima y los Bajau con cultura ecuestre de la costa oeste. Los Bajau son tradicionalmente gente colorida, festiva y musical, con un folclore que sugiere un origen real. Sus coloridas ropas, a menudo hechas a mano con tela tradicional dastar, son distintivas. A pesar de la separación geográfica, mantienen características sociales y culturales similares, incluyendo la construcción de barcos, la cultura de la pesca, las tradiciones y los mitos compartidos. Sus técnicas de pesca tradicionales, transmitidas de generación en generación, son parte de su patrimonio cultural. La construcción de barcos, especialmente de los tradicionales lepa-lepa, es fundamental en su estilo de vida marítimo. Los Sama Bajau navegan por el Mar de Sulawesi en barcos que ellos mismos construyen, a menudo en pequeños grupos familiares. En la cultura tradicional Bajau existe una jerarquía social de cuatro niveles: Jomo Sepu (datu'), Jomo Wau', Jomo Pitu' y Pinoto. La consolidación de la identidad entre los Sama-Bajau ha mejorado su estatus social, con componentes clave como los términos comunes de referencia (Sama/Bajau), la lengua y el Islam. En Filipinas, los Sama-Bajau se dividen en tres grupos según su asentamiento: Sama Bihing (costeros), Sama Dea (terrestres) y Sama Dilaut (marinos). Los Bajau de Maratua representan un grupo más moderno y terrestre. Los Bajau de la costa oeste de Sabah muestran un creciente individualismo, un debilitamiento de los intercambios recíprocos y la importancia del parentesco y el Islam. Para los Bajau de la costa oeste, ser Bajau es ser musulmán. Sus creencias abarcan el Islam, creencias animistas indígenas y mitología, incluyendo deidades como Omboh Dilaut (mar), Umboh Kamunsumu (clima) y Omboh Sumundu (protector de almas), así como rituales como el Pagkanduli y el Sampayan Pangigalan.
Tabla 1: Comparación de Bajau y Moken
La Vida Social y Cultural de los Moken
Los Moken tienen raíces austronesias, un estilo de vida seminómada de cazadores-recolectores y mantienen su propia lengua y la veneración de sus ancestros. Tradicionalmente, son animistas y recolectores, más que cultivadores. Su sociedad se compone de grupos familiares extensos que viven y viajan juntos en flotillas, con un cabeza de familia. Practican la veneración de los ancestros a través de un chamán, celebrando festivales y rituales para apaciguar al mundo espiritual. Su conocimiento del mar les permite vivir de su fauna y flora utilizando herramientas sencillas como redes y lanzas. Creen firmemente en la idea de que los recursos naturales no pueden ser propiedad individual, sino que son algo a lo que toda la comunidad tiene acceso sin restricciones. Su sociedad igualitaria se extiende a su culto ancestral, presentando regularmente ofrendas de alimentos a seres sobrenaturales. Su historia se transmite verbalmente a través del folclore de generación en generación. Su lengua carece de palabras para la posesión individual, lo que se refleja en una cultura de compartir y dar. La ceremonia "bo lobung", o de fabricación de postes espirituales, es el principal sistema de conocimiento material que queda en esta sociedad, desempeñando un papel en el mantenimiento de la identidad Moken.
Navegando en Aguas Turbulentas: Desafíos y Amenazas Modernas El estilo de vida tradicional de los "gitanos del mar" se enfrenta a numerosas amenazas en el mundo moderno.
Los Desafíos que Afrontan los Bajau La modernización del sudeste asiático y las amenazas ambientales han presentado numerosos desafíos para los Bajau. La introducción de fronteras territoriales en las aguas que antes recorrían libremente ha causado fricciones con los gobiernos locales y otras comunidades. El cambio climático y las presiones externas han afectado su forma de vida histórica, impulsando un cambio hacia actividades terrestres como la agricultura. Muchos jóvenes buscan empleo en tierra y se adaptan a estilos de vida modernos, lo que genera preocupación por la preservación de su identidad cultural única. La destrucción de los arrecifes de coral, la sobrepesca y la contaminación en los mares del sudeste asiático han afectado gravemente su capacidad para continuar con su forma de vida, ya que dependen en gran medida del medio marino para su subsistencia. Históricamente, los Bajau han existido fuera de las estructuras sociales y políticas dominantes de los países en los que viven, enfrentándose a desafíos para integrarse en las sociedades nacionales, con muchas comunidades luchando por acceder a la educación, la atención médica y los servicios sociales. La preservación de su cultura e identidad frente a la globalización es otro desafío crítico. Muchos Bajau carecen de documentos de ciudadanía, lo que dificulta el recuento preciso de su población y los hace vulnerables a los caprichos del clima, el tamaño de las poblaciones de peces y la piratería moderna. La competencia pesquera ha obligado a muchos a adoptar prácticas de pesca más comercializadas y dañinas, como el uso de dinamita y cianuro. Las presiones de los gobiernos de Malasia, Indonesia y Filipinas para que se asienten y asimilen a la vida continental también son significativas. La falta de alfabetización y escolarización dificulta su integración en la sociedad moderna. La madera para sus tradicionales casas flotantes se está volviendo escasa. En Malasia, cientos de Bajau Laut apátridas han sido objeto de desalojos forzosos, lo que pone de manifiesto su precaria situación legal y su vulnerabilidad a los proyectos de desarrollo. En Indonesia, las ambiciones gubernamentales de níquel y tecnología verde están desplazando indirectamente a los Sama Bajau, afectando sus hogares y medios de vida. La falta de reconocimiento legal como comunidades indígenas en Indonesia, debido al requisito de un dominio ancestral terrestre, complica aún más su situación.
Tabla 2: Desafíos que Afrontan los Nómadas del Mar
Los Desafíos que Afrontan los Moken El estilo de vida seminómada de cazadores-recolectores de los Moken se encuentra cada vez más amenazado. Se enfrentan a la creciente pobreza, la marginación y la discriminación. La mayoría son apátridas, lo que los priva de derechos básicos como la atención médica, la educación y las oportunidades de empleo. El endurecimiento de las leyes de inmigración y conservación marítima restringe su libertad de movimiento, amenazando su estilo de vida tradicional. A menudo sufren la explotación de las comunidades terrestres sin poder buscar reparación a través de las leyes y políticas nacionales. Las regulaciones de los parques marinos han dificultado que mantengan su identidad indígena y accedan a los recursos naturales de los que dependen para su subsistencia. Su forma de vida, perfeccionada en armonía con el mar, se enfrenta a un futuro incierto, y la generación actual puede ser la última en beneficiarse del intrincado conocimiento de las mareas, las constelaciones y la vida marina transmitido a través de sus tradiciones orales. La declaración de parques nacionales ha limitado su movilidad y acceso a los recursos, lo que ha llevado a un cambio hacia un estilo de vida sedentario, impulsado también por las iniciativas gubernamentales para integrarlos en la sociedad tailandesa. La modernización y el turismo también han impactado su forma de vida, aunque se están realizando esfuerzos para preservar su patrimonio cultural. Muchos Moken no son reconocidos como ciudadanos por los estados en cuyo territorio residen debido a su estilo de vida móvil y a la discriminación continua. Las restricciones a la tala de árboles en los parques nacionales han afectado su construcción de barcos tradicionales (kabang). El desarrollo posterior al tsunami ha significado la pérdida de acceso a las zonas de pesca, y la separación de su entorno y tradiciones es catastrófica para su salud.
Guardianes del Patrimonio: Preservación Cultural y Adaptación A pesar de los numerosos desafíos, se están llevando a cabo esfuerzos para preservar la rica cultura y las tradiciones de los "gitanos del mar".
Iniciativas para la Preservación de la Cultura Bajau Existe preocupación por la preservación de la identidad cultural única de los Bajau y el posible desvanecimiento de sus tradiciones. Sin embargo, programas educativos buscan salvaguardar sus tradiciones, lengua, música y danza. A pesar de la modernización, su conexión con el mar sigue siendo parte integral de su identidad. Su capacidad para adaptarse y mantener vivas sus tradiciones es encomiable. Las técnicas de pesca tradicionales y las habilidades de construcción de barcos se transmiten de generación en generación como parte de su patrimonio cultural. Celebraciones como el Regatta Lepa conmemoran su herencia y esperan transmitirla a las generaciones futuras. A pesar de la sedentarización, su conocimiento marítimo sigue siendo valioso, y la construcción tradicional de barcos lepa-lepa se sigue practicando y celebrando. En Indonesia, la sabiduría local de la tribu Bajau en la preservación de los recursos marinos a través de prácticas como "sangal" y "pamali" está siendo reconocida. Se aboga por el reconocimiento y el apoyo a las prácticas de pesca sostenibles de los Bajau Laut, integrando su conocimiento en las estrategias de conservación. Se están realizando investigaciones para analizar los desafíos que afrontan los Sama Bajau, incluyendo la preservación de su patrimonio cultural, y se proponen recomendaciones políticas para abordar su situación. En Indonesia, la Regulación del Distrito de Lingga y los certificados de derechos de uso de edificios en la Villa de Mola son leyes que reconocen a las comunidades Sama-Bajau. Se están desarrollando esfuerzos para crear asistentes legales que apoyen su defensa.
Iniciativas para la Preservación de la Cultura Moken Programas educativos buscan salvaguardar las tradiciones, la lengua, la música y la danza de los Moken. Su historia se transmite verbalmente a través del folclore, y los lazos familiares son fuertes. La ceremonia "bo lobung" desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la identidad Moken. Tras un incendio en la aldea Moken, se están realizando esfuerzos para reconstruir respetando sus valores culturales. Su conocimiento se transmite a través de la historia oral, y la construcción de barcos kabang, aunque amenazada, sigue siendo una tradición importante. Se ha puesto en marcha una iniciativa para apoyar la transmisión de conocimientos culturales específicos a través de una escuela flotante Moken que utiliza el último Kabang tradicional. A pesar de la modernización, se están realizando esfuerzos para preservar su patrimonio cultural a través de la educación y la documentación. La aldea Moken de las Islas Surin se ha convertido en un destino turístico popular, lo que presenta oportunidades y desafíos para la preservación cultural. Se ha formado un Equipo de Turismo Moken para gestionar la interacción con los visitantes y preservar su cultura. Un programa de preservación cultural apoya la atención médica de los ancianos, el turismo comunitario y un programa para jóvenes. Project Moken es una organización fundada para preservar la cultura Moken y promover su relación armoniosa con el mar a través de proyectos colaborativos, incluyendo Moken Against Plastic. Se aboga por la cooperación regional y planes de cogestión que incorporen a los Moken para proteger su forma de vida, sugiriendo escuelas flotantes y clínicas de salud móviles. Algunos Moken obligados a asentarse en tierra han recurrido a la recolección de plástico arrastrado por el mar como una nueva fuente de ingresos, viéndolo como un medio para transmitir el conocimiento tradicional. Investigaciones de la Universidad de Chulalongkorn muestran que las comunidades indígenas Chao Le dependen de los recursos naturales y su vida coexiste con la naturaleza, lo que lleva a iniciativas de turismo sostenible basadas en la comunidad.
Conclusión: El Legado Duradero de los Nómadas del Mar
Los Bajau y los Moken, junto con otros grupos conocidos como "gitanos del mar", representan un legado marítimo único en el sudeste asiático. Sus excepcionales habilidades de buceo, profundo conocimiento del entorno marino y ricas tradiciones culturales son testimonio de su notable adaptación a la vida en el mar. Sin embargo, en el siglo XXI, estos pueblos se enfrentan a desafíos sin precedentes derivados de la modernización, la degradación ambiental, las políticas gubernamentales y la falta de reconocimiento legal. La pérdida de su estilo de vida nómada o seminómada tradicional no solo amenaza su bienestar socioeconómico, sino también la continuidad de sus identidades culturales y su conocimiento ecológico ancestral, que podría ser invaluable para los esfuerzos de conservación marina.
Es crucial reconocer y respetar las identidades de estos pueblos, utilizando sus autodenominaciones preferidas y evitando términos externos potencialmente despectivos como "gitanos del mar". Los esfuerzos para preservar sus culturas y tradiciones, que van desde programas educativos y festivales culturales hasta iniciativas de turismo sostenible y el reconocimiento legal de sus derechos, son vitales para garantizar su futuro. Su resiliencia y capacidad de adaptación a lo largo de la historia sugieren que, con el apoyo adecuado y el reconocimiento de sus derechos, podrán seguir navegando por las turbulentas aguas del mundo moderno sin perder su conexión con el mar que consideran su hogar. La historia y la situación actual de los nómadas del mar ofrecen lecciones importantes sobre la adaptabilidad humana, la diversidad cultural y la intrínseca relación entre las personas y el medio ambiente marino, subrayando la necesidad de enfoques inclusivos y sostenibles para abordar los desafíos que enfrentan estas comunidades únicas.
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