La Temporada de la Pólvora en Ciudad Delgado: Tradición, Riesgos y Realidad
Por Edgardo Delgado
En el corazón de Ciudad Delgado, un distrito cargado de historia y cultura, la pólvora ocupa un lugar especial. Durante generaciones, la producción de fuegos artificiales ha sido una tradición que se extiende por sus barrios y colonias. A medida que se acerca la temporada navideña y de fin de año, este oficio artesanal cobra vida con mayor intensidad. Sin embargo, detrás de las luces y explosiones festivas, se encuentra una actividad que mezcla tradición, sustento y riesgo.
Una Tradición que Ilumina el Municipio
Ciudad Delgado ha sido, desde hace décadas, un epicentro de la producción pirotécnica en El Salvador. Este oficio, que combina destreza manual y creatividad, representa una fuente de ingresos para numerosas familias que trabajan juntas en talleres artesanales. Aunque la producción es constante durante todo el año, el último trimestre se convierte en la temporada más activa, cuando la demanda de productos pirotécnicos se dispara para celebrar las fiestas de diciembre.
Estos talleres, conocidos como "coheterías", se encuentran repartidos por todo el distrito. Sin embargo, algunos sectores destacan por la concentración de estos negocios, como la colonia Villatoro, la Calle del Río, el antiguo rastro, y los barrios San Sebastián y Aculhuaca. En estos lugares, el aire se impregna del peculiar aroma de la pólvora y el sonido de los ensayos de morteros.
Entre la Tradición y el Riesgo
El arte de la pirotecnia no está exento de peligros. El manejo de materiales altamente inflamables y explosivos convierte a estos talleres en zonas de alto riesgo. Incendios, explosiones y accidentes son, lamentablemente, incidentes recurrentes en este oficio.
Las autoridades, como el Cuerpo de Bomberos de El Salvador y la División de Explosivos de la Policía Nacional Civil (PNC), realizan inspecciones periódicas en los talleres para garantizar la seguridad y evitar la fabricación de productos prohibidos, como silbadores y morteros de gran poder. No obstante, las coheterías clandestinas, que operan al margen de la ley, suelen estar menos preparadas y son más propensas a sufrir tragedias.
A pesar de los riesgos, el oficio sigue siendo una opción laboral para muchos. En el pasado, era común que los jóvenes, al terminar la temporada escolar, trabajaran en estas coheterías para ganar algo de dinero y comprar ropa para Navidad. Otra actividad asociada era la recolección y venta de papel periódico, utilizado como materia prima en la fabricación de los tubos de papel para los productos pirotécnicos.
La Pólvora en Tiempos Modernos
Con el paso del tiempo, la industria pirotécnica local ha enfrentado nuevos desafíos. La competencia de fuegos artificiales importados, como las populares luces chinas, ha reducido la demanda de los productos artesanales. Además, la economía y las regulaciones cada vez más estrictas han contribuido al declive de este oficio en Ciudad Delgado.
Sin embargo, los artesanos del distrito no se rinden. Cada año, con la llegada de octubre, las coheterías reanudan su actividad con entusiasmo, fabricando productos que iluminan los cielos y las celebraciones de fin de año. A pesar de las dificultades, la tradición de la pólvora sigue siendo un símbolo de la identidad delgadense.
Un Futuro de Luz y Precaución
La temporada de pólvora en Ciudad Delgado es mucho más que un negocio; es una expresión cultural profundamente arraigada. No obstante, para garantizar su continuidad, es fundamental promover prácticas seguras en los talleres y apoyar a los artesanos locales frente a los desafíos del mercado.
En cada chispa y explosión que ilumina el cielo, se esconde el esfuerzo de las familias que han mantenido viva esta tradición a lo largo de generaciones. Ciudad Delgado, con su historia pirotécnica, nos recuerda que incluso las festividades más coloridas pueden tener un trasfondo de esfuerzo y sacrificio.
Conclusión
La pólvora no solo ilumina los cielos de Ciudad Delgado, sino también el espíritu trabajador y creativo de sus habitantes. Mientras la modernidad y los riesgos transforman esta tradición, sigue siendo un elemento esencial de la identidad del distrito. Para quienes crecieron en este municipio, los fuegos artificiales no son solo un espectáculo: son un reflejo de su historia y cultura.
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